Bután

Experto
Viraj Pardesi
Gran parte de la singularidad y el encanto de este pequeño reino situado en los confines del Himalaya reside en que permaneció cerrado al turismo hasta 1974 y que la televisión no llegó hasta el año 2000. Hoy su magia y misterio sobreviven porque se abre precavido al desarrollo global y su gran apuesta es crecer en términos de Felicidad Interior Bruta. Saldrás de su capital, Thimpu, hacia Punakha y Paro, y en el camino descubrirás valles sembrados de monasterios y salmodias donde las puertas de las casas se pintan con penes gigantes. Habrá tiempo también de vivir intensas jornadas de senderismo, conocer una de las formas más puras del budismo y abrazar la inmensa cordialidad de su gente.