Es un moderno y gran hotel (117 habitaciones) sobre una ubicación privilegiada: la reserva natural Cerro Alarkén, que domina la ciudad de Ushuaia desde lo alto y el canal de Beagle. Y es también un hotel diseñado de acuerdo a los estándares de la arquitectura sostenible. La cubierta de cobre adquiere una tonalidad verde que busca pasar desapercibida en el paisaje.
La piedra de la fachada es la misma roca que se extrajo durante la primera etapa de las obras. Y maderas nobles de la región se usaron junto a otras de descarte, como el palo santo de ascensores, baños y spa, y los tablones de roble sacados de toneles usados como revestimiento de salones. Las alfombras son de lana y sin tinturas, así como los fieltros decorativos y acústicos del lobby. Se emplean también cueros no curtidos y con pelo.
El ambiente cálido y fresco de los espacios interiores se obtiene de tecnología de última generación, como el aislamiento con lana mineral y sistema geotérmico de energía. Así es posible poner en marcha un spa que es marca de la casa, con su piscina interior climatizada de 17 metros de largo y las bañeras de hidromasaje al aire libre desde las que contemplar los carismáticos cerros vecinos.
