
A orillas del lago Argentino y a poca distancia de la carretera que une El Calafate con el Perito Moreno –pero suficientemente lejos–, se levanta este cuidado Relais & Chateaux de 17 habitaciones. Los espacios están decorados en tonos pasteles y con muebles antiguos de madera para recrear la atmósfera de las estancias fundadas por colonos británicos en el sur argentino. No hay televisión, porque la idea es que el hotel funcione como lugar de relajación en base a la contemplación sin distracciones del serenísimo valle de La Anita.
Más allá de este maravilloso «no hacer», el hotel propone un completo programa de actividades para todos los perfiles, tanto en los límites de la propia finca, de 4.000 hectáreas, como más allá. En cocina confluyen lo mejor de la gastronomía regional y las técnicas más avanzadas, dando como resultado una propuesta muy personal basada en sabores patagónicos con toques europeos, acompañados con vinos de las mejores bodegas argentinas.