Platón ecolodge

Barahona
Experto
Aníbal García

El entorno del hotel es una alternativa perfecta a Costa Rica, por precio, por desconocido y por ser un pequeño paraíso rodeado de montañas, cascadas y piscinas naturales, donde encontramos pequeñas playas solitarias en la desembocadura de los ríos. Tampoco te vas aburrir, pues son numerosas las actividades desde el lodge, como el descenso en amplios flotadores por las rápidas aguas del río Nizao (‘tubbing’) o los paseos a caballo enlazando una aldea con otra.

Se trata un proyecto familiar. Donde antes crecían frutales y cafetales, se construyó primero una cabaña para disfrute del clan y, dadas las maravillosas sensaciones que tuvieron, escalaron el proyecto hasta lo que es hoy: “En el año 2001, el Sr. Toral impulsó la construcción de una nueva casa, con una visión más moderna y amigable con el medio ambiente. El resultado despertó el interés de sus amigos, que empezaron a rentarla. En 2004, se realizó el primer campamento de verano en nuestras instalaciones y la demanda de alquiler empezó a crecer. Por tal razón, se amplió la infraestructura del proyecto y nació la idea de crear el hotel boutique que tenemos hoy en día”, explica Laura Toral, gerente general de Platón Ecolodge.

«El proyecto nace en una finca donde primero se construyó una cabaña para que la disfrutaran los miembros de la familia propietaria»

Distintas cabañas de madera de cuatro tipos se reparten entre los árboles y las cascadas de la finca, incluida una ‘tree house’. Se construyeron bajo criterios de arquitectura sostenible y bioclimática, hasta el punto de que el complejo funciona al 100% con energía renovable, producida a partir de las cinco hidroeléctricas construidas para el lugar.