
Es el hotel con mejores prestaciones de El Calafate, como bien pone en claro su amplio spa, con piscina climatizada de 200 m², dos piscinas para masajes watsu, gimnasio, cama solar… No solo eso sino que cuenta con un campo de golf de 18 hoyos dentro del recinto, El Pinar, acompañado de un ‘putting green’ de 9. Desde el campo se pueden contemplar vistas de la precordillera, donde se destacan los cerros Castillo y El Calafate. Las calles se combinan con zonas de estepa protegidas con vegetación autóctona.
Sus 144 habitaciones, de muy diversa decoración –el hotel se construyó en sucesivas etapas–, gozan de vistas a los cuidados jardines y a la cordillera de los Andes, y están decoradas con objetos que rememoran la vida en la zona y de la familia Guatti-Girometti, fundadora del hotel en 1984, cuando el turismo apenas asomaba por El Calafate.
La especialidad de su restaurante, La Posta, es el soberbio cordero patagónico al asador, finamente adobado con especias. Se cocina abierto, clavado sobre el suelo y directamente expuesto a las brasas durante largas horas a fuego muy lento. El Humus Cocktail Bar del hotel tiene una amplia carta para comer de forma desenfadada. Una gran opción para salir de tanta carne es su merluza negra grillé con manteca de alcaparras, tomates secos salteados y remolacha glasé.