Puedes pensar que Jordania es un pequeño país, no más que un trozo de arena. Viaja con nosotros y te demostraremos todo lo contrario, empezando por enseñarte las mil caras del desierto. Aterrizarás en Amán, una ciudad árabe que se puede considerar moderna pero cuya historia comienza en el año 8.500 a.C. y que ha visto pasar, entre otros pueblos, a amonitas, asirios, persas y griegos.
De la capital saltarás, a través del paraje natural de Wadi Mujib, a una de las ciudades romanas en mejor estado de conservación del mundo: Jerash. También os aguarda Petra, ciudad excavada en piedra con impresionantes vistas al ocaso, y una experiencia inolvidable como la llegada al desierto de Wadi Rum por una ruta al margen de las caravanas de turistas.
Os proponemos también atravesar cañones subyugantes y recorrer en bici los escenarios de las peripecias de Lawrence de Arabia; subir al Monte Nebo, desde el que Moisés vio antes de morir la tierra prometida, y conocer Madaba, la ciudad de los mosaicos. Muchas sensaciones y emociones que os sugerimos completar con un baño en los fondos cristalinos del mar Rojo o con una sesión a flote en las muy saladas y curativas aguas del Mar Muerto.
Planes para disfrutar de este destino
Pregunta, hay muchos más
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Sigue los pasos de Moisés en el desierto
El Monte Nebo y la ciudad de Madaba son dos enclaves fundamentales en la historia bíblica. Desde el primero, el profeta divisó al fin la Tierra Prometida, justo antes de morir. Madaba es en la Biblia el poblado moabita de Medeba. Ciudad de obligado paso para soldados y caravanas, es famosa por sus mosaicos bizantinos y omeyas.
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Chapuzón y masaje sanador en el Mar Muerto
Pocas sensaciones más desconcertantes que lanzarse al agua y flotar como un corcho. Aconsejamos acompañar esta experiencia de un baño de barro y un buen masaje en uno de los mejores hoteles a orillas de este lago ultra salado. Te quedarás como nuevo.
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La gloriosa huella de Roma
Levantada sobre siete colinas, la antigua Filadelfia, hoy Amán, es una ciudad en la que se superponen restos de diferentes civilizaciones como comprobaréis en un paseo que os llevará al templo de Hércules. Este recorrido por la Jordania romana debería continuar en Jerash, ciudad imperial en excelente estado de conservación. Otra fantástica alternativa para los amantes de las piedras es la ruta de los castillos.
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Petra nocturna
Durante la visita al caer el sol se proyecta un espectáculo de luces y sombras sobre las fachadas de palacios y tumbas. Es cuando muestra su cara más misteriosa la gran ciudad nabatea escondida en el desierto del Wadi Rum, escenario inolvidable de la película ‘En busca del arca perdida’.
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Buceo entre un carguero gijonense
En la costa de Áqaba proliferan los corales, los peces de colores y otras muchas sorpresas que hacen las delicias de los submarinistas, como nadar entre el inmenso casco del ‘Cedar Pripe’, un carguero construido en Gijón, de 74 metros de eslora, que se mandó a pique en 1985 para formar un arrecife de coral artificial.
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Wadi Rum alternativo y noche bajo las estrellas
El desierto jordano es sobrecogedor, marciano, y dependiendo de por dónde entres a él, las sensaciones son unas u otras (el turismo masificado también ha llegado hasta aquí…). Te proponemos conocerlo tras una ruta en 4×4 por el escenario irreal del lago seco de Al Jafr, donde podrás dormir en tiendas de beduinos.
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Etapa en bici Wadi Arava-Feynan
Darle a los pedales en un paisaje como el de esta etapa desértica es una garantía de satisfacción para los amantes de la bici. Atravesarás una tierra estriada donde se alternan todos los colores del desierto.
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Trekking por el cañón de Finan
De la “herida” que supone la incursión de la Gran Falla del Rift en tierras de Oriente Próximo, de la que el Mar Muerto es una continuación, nace este prolongado cañón con corriente de agua intermitente y sorprendentes afloraciones de vida natural, por donde os internaréis a la sombra de sus vertiginosas paredes de piedra arenisca.
